Con el paso de los años, las propiedades regenerativas de la piel del rostro se debilitan: las partículas de queratinizadas no se desprenden con la misma rapidez de antes, lo que dificulta la limpieza de la piel del polvo, bacterias, sebo y sudor. Todo ello hace que el rostro pierda su atractivo: se degrada su color, la piel se vuelve opaca y áspera, los cambios de la edad se hacen más pronunciados. Los procedimientos de cuidado en casa ayudan a limpiar la piel, pero solo tienen un efecto superficial, mientras que el rostro necesita una limpieza profunda.
En función de la composición, no solo pueden verse afectadas las capas superiores de la epidermis, sino también las capas medias e incluso profundas, lo que permite al cosmetólogo combatir enfermedades como el acné o el postacné, alisar cicatrices o marcas. Además, el peeling puede incluir componentes que ayudan a tratar las manchas de pigmentación y la inflamación o proporcionan un efecto lifting.
Dependiendo de la profundidad del impacto en la piel, el peeling puede ser de diferentes tipos:
El superficial solo afecta a la capa superior de la epidermis. Es el más suave de todos los tipos de peeling, pero su efecto es el menos pronunciado. El peeling superficial mejora la tez, reduce los poros y aporta suavidad a la piel. Este tipo de peeling es seguro, no causa molestias ni requiere rehabilitación. Muy a menudo se utiliza en combinación con otros procedimientos cosméticos, ya que promueve una mejor penetración de diversas mascarillas y sueros en la piel. Para el peeling superficial se utiliza más a menudo el ácido láctico, el de almendra o el glicólico.
El medio afecta no solo a la parte superior, sino también a la capa media de la piel. Ayuda a hacer frente a tales problemas como arrugas, pequeñas cicatrices, postacné, pigmentación. Durante el procedimiento, la piel recibe una quemadura química bastante fuerte, y el paciente necesita alrededor de una semana para recuperarse por completo. Se recomienda realizar el peeling medio una vez al año bajo el estricto control del cosmetólogo. Estos peelings suelen incluir el ácido tricloroacético (TCA) o el ácido salicílico.
El profundo tiene un efecto químico en todas las capas de la epidermis, incluso en la capa basal. Se trata del efecto más severo sobre la piel de la cara, que se realiza bajo anestesia. Está indicado solo para personas mayores que necesitan una renovación total de la piel, o pacientes con cicatrices profundas en el rostro. La piel del rostro tarda hasta cinco meses en recuperarse y regenerarse por completo. Los peelings profundos incluyen fenol y solo pueden hacerse una vez en la vida.
El mercado de la cosmetología está repleto de diversos peelings faciales, pero solo un cosmetólogo puede elegir el producto adecuado en función de las características individuales del paciente, su tipo de piel, problemas y edad, entre otros.