Hoy en día los cosmetólogos ofrecen una gran cantidad de productos que favorecen la juventud y la belleza de la piel del rostro: el ácido hialurónico y la toxina botulínica, algas marinas y diversas arcillas, cremas y sueros. Y aunque la oferta de componentes para el rejuvenecimiento es enorme, resulta que uno de los más eficaces hasta la fecha es el uso de la propia sangre del paciente.
La terapia con el PRP —plasma rico en plaquetas— es un método no quirúrgico de rejuvenecimiento facial que se basa en inyecciones de plasma rico en plaquetas procedente de la sangre del paciente. Una vez en las capas profundas de la piel, activa la producción del colágeno y la elastina, potencia la regeneración de los tejidos, desencadena procesos metabólicos y mejora el flujo sanguíneo. Todo ello hace que la piel recupere su densidad y elasticidad, desaparezcan las arrugas y manchas de la edad, se tense el óvalo facial y se produzca una corrección volumétrica de su contorno.
En nuestra clínica es posible someterse a la terapia facial rejuvenecedora con el PRP RegenLab. Este es un sistema único de rejuvenecimiento celular desarrollado en Suiza. El autogel del plasma del propio paciente, creado por el sistema RegenLab, es 10 veces más eficaz que el plasma obtenido de la forma habitual. El secreto de la tecnología RegenLab es que al separar el plasma de la sangre, este no se calienta, lo que permite preservar más del 80% de las plaquetas intactas y viables. Mientras tanto, durante la filtración de la sangre se utilizan membranas especiales que garantizan no solo una asombrosa pureza del plasma, sino también su saturación máxima con plaquetas. Con el PRP de RegenLab, los cosmetólogos reducen la cantidad de procedimientos del lifting con el plasma. La versión clásica de rejuvenecimiento con el plasma requiere entre cinco y seis procedimientos con un intervalo de siete días. Mientras tanto, RegenLab ofrece tan solo tres procedimientos cada tres o cuatro semanas.