El bruxismo, o rechinamiento involuntario de los dientes, afecta al 30% de las personas, según las estadísticas. La contracción involuntaria de los músculos masticadores puede producirse tanto cuando la persona está despierta como cuando duerme. Esta actividad muscular excesiva tiene como consecuencia el desgaste de los dientes, dolores de cabeza, acúfenos, fisuras en la mandíbula inferior e incluso cambios patológicos en la articulación temporomandibular. Además, el bruxismo se refleja en la apariencia: el aumento de los músculos de la masticación hace que la cara se vuelva cuadrada.
Hay varias razones para el desarrollo de la enfermedad, pero los principales son una mala mordida y un estrés regular.
Es posible deshacerse del rechinamiento involuntario de los dientes con la ayuda de la terapia con toxina botulínica, es decir, inyecciones de preparados de toxina botulínica. Pequeñas dosis de toxina botulínica inyectadas en los músculos masticadores bloquean los impulsos nerviosos, aliviando la tensión excesiva en la mandíbula.